aunque trate de hacer el menor ruido.
La seguridad que te brindan mis pasos
mejora tu sueño y el despertar más tranquilo.
No estás sola aunque no esté a tu lado
pues pendiente de ti sigo estando
con la taza de café en una mano
y en la otra, un puñado de esperanza.
Cruje la madera aunque trate de evitarlo
pues el piso hay que arreglarlo
para que no produzca ruido
y despierte tu sueño muy tranquilo
en la mañana tempranera sin sol y con frío.
Si, trato de hacer el menor ruido
porque respeto tu descanso
pues el día es muy largo
para tantos quehaceres
y me es doloroso que lo comiences
a la hora en que yo ya haya despertado.
Duerme, que sin ser el ángel de la guarda
igual te acompaño en tu destino.
Daniel Valdman.
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