siempre encendida
buscándole la rima
que acompañe al verso.
La pluma tensa entre los dedos
para dibujar en palabras
el sentir del corazón abierto
ansioso de caricias y besos
de la doncella anhelada
que vive entre los sueños
del poeta que está dispuesto
a dar la vida por ella.
Lanzarse al río,
volar al universo,
hundirse en los abismos
hasta llegar a su encuentro
sin importar cuán duro
pueda ser el camino
pues es su destino
cumplir con ese sueño
de reflejarse en sus ojos
y decirle cuanto la ama.
Por ello nunca se apaga
la luz del sentimiento
pues sin saber
cuanto está de lejos
el humilde poeta
nunca pierde la esperanza.
Daniel Valdman.