con el sabor de tu piel
y el perfume de tus cabellos
enreda mi cerebro
sin querer respirar otra cosa.
Eres un ángel
tendido en el lecho
esperando que
las alas de mi amor
te inciten al vuelo.
Y volamos por cada poro,
por cada suspiro
para quedarnos sin aliento
y a nuestros cuerpos
seguir sometidos
buscando la libertad
de tenernos más juntos,
hasta que salga el gemido,
hasta que tus uñas me rasguen
y hasta que mi beso te calme
tanta pasión guardada.
Daniel Valdman.