sábado, 2 de abril de 2016

Hoy

Te hablaré desde el pecho
con palabras sencillas
para decirte que en mi vida
no todo fue color de rosa.
Hubo nubarrones y tormentas
y precipicios profundos.
Pero la vida recompensa
y te puso en mi camino
señalándome que el destino
estaba en tus ojos mar.
Y me entregué a tus caricias
y los cielos se aclararon.
Se alisaron los senderos
y florecieron los campos.
Nuevos soles amanecieron
y en el fondo de mi pecho
se hizo el espacio para tu alma.
Vives en mi como luminaria
despojando las tinieblas
que a mi espíritu abarcaban
y devolviste el amor
que hacía tanto aguardaba.
Hoy, no te hablo desde la palabra,
ni desde la caricia, ni desde los besos,
esos, que tanto anhelo,
porque mi sentir
no está en la sangre,
ni siquiera en el cuerpo.
Está en la nube de los tiempos
como si fuera tuyo desde siempre.
Daniel Valdman