miércoles, 11 de noviembre de 2020

Lluvia



Trae la lluvia nostalgias
y el frío que la acompaña
acurruca los cuerpos 
dándole otro calor al lecho
siendo más que de las pieles,
emergiendo de las almas.
No demoran las caricias
queriendo compartir el sentimiento
de la llama que arde en los pechos
convirtiendo el cariño en deseo
por la ansiedad de ser uno en el otro.
Son pobres las manos y los besos
para cubrir la intensidad del anhelo.
Se ciegan las miradas
en un profundo silencio
llenando de luz el espacio
en un viaje infinito
por la inmensidad de los cielos
donde solo existen dos cuerpos
y el amor de por medio.
Daniel Valdman