Ya hay que cosechar.
La semilla que se ha sembrado
está dando sus frutos
entre buenos y malos
y las aves se han llevado
lo mejor que dio el árbol.
Y así es la vida
que en época de azahares
todo es esperanza y alegría
llenándonos de sueños y colores
saboreando los frutos
que todavía no han salido.
Han pasado muchas primaveras
y las ramas ya añejas
no brillan como al principio.
Nuestros sueños son distintos
y nuestros pasos más lentos.
Pero al igual que el árbol,
no hemos sido vencidos
tras tifones y huracanes,
tras dolores y tormentos
porque siempre hay un motivo
para creer en la vida
porque las raíces todavía
no han dado su último fruto.
Y te amo,
con primaveras pasadas,
con pocas flores en las ramas
pero con la ilusión que mañana
te seguiré amando
porque las raíces que me sostienen
se mantienen muy bien plantadas
con tu sonrisa y mi cariño abonadas
y un amor infinito.
Daniel Valdman
