Se enredan tus cabellos
en mis manos
mientras tu rostro callado
disfruta la caricia.
Te veo como niña
gozando del momento
mirándome con un cariño
que me deshace el alma.
Y soy tan feliz
con tu carita enamorada
que me apena sentirte mujer
aunque las ansias lo pidan
porque siendo así, como niña,
puedes entender mi locura
y juntarnos ambos
en el juego de la vida.
Yo seré el caballero
de tan hermosa princesa
aunque realmente seas la reina
de todo mi sentimiento.
Y juntos cabalgaremos
por los valles y praderas
llenándose nuestros ojos
de fantasías y de sueños
mientras juntos aquí, en el lecho
liberamos nuestros cuerpos
para darle espacio a las almas.
Y todo esto, es amor.
Daniel Valdman