El vendaval de caricias
se desbanda ante tu presencia.
La ansiedad de tenerte,
de sentirte, de tocarte
puede más que la fatiga
tras una larga jornada.
Necesito tu cariño
me haces mucha falta
trayéndome la calma
que por ti se desbarata
sin importar el cansancio.
La paz de tu silencio,
la sabiduría de tu palabra
y el sabor de tus besos
saciando el hambre de mi alma.
Y te amo así,
compañera, amante, enamorada
porque tu amor
me hace comprender
la razón de mi existencia.
Daniel Valdman