saboreando cada detalle
que incita el sentimiento.
La sonrisa, los rasgos.
Cada palabra que digas
o cada mohín que entregas.
Despacio recorreremos
los jardines de las mentes
y los sueños de las almas
dándonos tiempo a gozar
lo que hayamos logrado
en nuestras vidas.
No serán recuerdos,
serán satisfacciones
que compartiéndolas
tienen un sabor distinto,
como tus besos,
como mis caricias,
con ese impulso de amor
que nos hace dar Gracias
el habernos conocido.
Y por ello,
gracias por la vida
que has labrado conmigo.
