el calor de tus caricias.
Se extienden mis brazos
queriendo atraparte
y el sueño de tu presencia
se desvanece en el aire.
Busco en cada rincón
una pizca de tu perfume
y de alguna manera,
el oído trata de escucharte.
La locura de amarte
desorienta mis sentidos
mientras te sigo buscando
entre fantasías y realidades.
La ansiedad de mi ser no resiste
tanto amor que tengo para darte.