que bailan al compás
del sentimiento
y la piel se eriza
con los recuerdos
como si esos instantes
se estuvieran viviendo.
Estrechar la cintura,
lanzar un beso al aire
y sentir como se deshace
la fantasía del pasado.
Tener los labios apretados
remordiendo la actitud adoptada
como golpeándose en el pecho
por haberse equivocado.
Y solo queda la experiencia
de haber amado
aunque haya sido
solo una noche
que durará de por vida.
Daniel Valdman.