jueves, 30 de septiembre de 2021

Lluvia

Se empañan los cristales
por la humedad del ambiente.
La lluvia no cesa
y agradecida la Naturaleza
recibe el agua bendita.
Así la piel, hambrienta de caricias
recibe la mano amiga
que despierta sentimientos.
Y el corazón se abre
como una flor en los desiertos
de innumerables soledades.
La alegría del encanto
produce muchos sueños
que estaban opacados
por nostalgias y recuerdos.
Renace la esperanza
con el agua de los cielos
que con sus rayos y sus truenos
acercan más los cuerpos
cobijados en el lecho
para entre caricias, seguir soñando.
Y flota el amor 
en los cristales empañados
con la música de las gotas
que caen en el tejado
y un beso y abrazo profundo
diciendo que es realidad y no un sueño
el que estés a mi lado
y así poder amarte.
Daniel Valdman