domingo, 23 de febrero de 2020

Espíritus

Agradezco a la vida
cada mañana
porque junto con el sol
me ilumina tu mirada
pendiente de ver
cada movimiento al levantarme
queriendo absorber
cada uno de los detalles 
que mi vida cotidiana hace.
Y siento tu amor
en esos ojos que irradian
cariño, pasión
y un montón de sentimientos
al sentir que nos pertenecemos.
Yo, tu hombre
en el que confías, 
en el que te apoyas.
Tu, mi compañera,
la compinche de mis locuras
y la correctora de las travesuras
para que sean las aventuras
que siempre soñamos.
Y eso es amor.
A la mañana temprano,
mientras me levanto
y los espíritus no sacian su hambre
de seguirse comiendo.
Daniel Valdman