Debo seguir adelante
aunque se opongan las adversidades
que para eso están,
para desafiarme.
Y si no podré seguir de pié
pues iré gateando
y si no arrastrando
todo el peso de mi cuerpo.
Tengo un estandarte,
el poder del sentimiento.
Y con las armas que poseo
no dejaré que me venzan
ni las distancias
ni las tormentas.
Y lucharé por tí,
por el amor que nos tenemos,
por las caricias que nos debemos,
por las miradas profundas,
por todos los te quiero,
por los ansiados silencios
cuando nos decimos todo
y por los corazones abiertos
que solo quieren abrazarse.
