y se acerca el fin de año.
Los negocios engalanados
con motivos de las fiestas
mostrando sus mercancías
tratando de crear nuevos sueños.
Ya no hay juguetes como antes
cuando se ansiaba un balón,
una muñeca o quizás la bicicleta
que aunque fuera usada, no importaba.
Y se salía a la calle
mostrando al barrio los regalos
compartiendo con los niños
lo poco o mucho recibido
y todos felices y contentos
con humildad y alegría.
Hoy nos gana la tecnología.
Los amiguitos son virtuales.
Los juguetes son pantallas
y ya no se sale a la calle
para compartir lo recibido
pues a cada uno le han traído
lo que pueda jugar solo en su casa.
Los apartamentos llenaron
los terrenos que eran casas.
Desaparecieron los vecinitos
con los que antes se jugaba
y el computador queda encendido
sin otros sueños más que la pantalla
mientras los juguetes se han perdido
y las calles están vacías
sin competencias ni corridas,
ni los amiguitos que se hayan tenido.
Daniel Valdman.