y escucharé tu silencio
mientras la caricia que calma
recorrerá tu cuerpo.
He de llenarte de besos
para que te sientas amada
y así, sin palabras,
naufraguemos en el mar del deseo.
Estarás entregada
al ritmo de la pasión
y yo con devoción
te llevaré a mundos nuevos
mientras las almas se junten
en el paraíso del amor.
Ya no seremos cuerpos.
Ya no habrán caricias ni besos.
Pero habrá felicidad latente
en ese inmenso vuelo
sin palabras, en silencio,
sumergidos en la maravilla
del mas puro sentimiento.
Y no serás mía
y no seré tuyo.
Seremos ángeles en un cielo
de libertades infinitas.
Me amarás como te amo
porque solo juntos
haremos este vuelo.
