que quizás mi mirada
no puede responderles.
La inmensidad de cariño,
la dulzura del sentir
haciendo de mi
que me deshaga en sentimiento.
Las ansias de abrazarte
me invaden
pero opto por quedarme
sumergido en tu rostro.
Acompaño el silencio
que inunda el momento
porque tu mirada y la mía,
lo están diciendo todo.