viernes, 23 de octubre de 2015

Otoño

Baña al olmo la lluvia
y en cada gota
que cae de sus hojas
gime mi nostalgia.
Lo miro tras la ventana
cuidándome del frío,
pero el frío está en mi alma
a falta del calor de tus caricias.
Te extraño,
porque no puedo vivir sin tu sonrisa
y me hace falta tu voz, tu mirada
y la mueca traviesa al decirme tonto.
Está vacía la casa
y por mas que yo haga,
el silencio me aturde
porque no encuentro tu canto,
ni tus palabras.
Se que algún día vendrás
a sembrar la primavera
que sin importar que tiempo sea
harás que todo vuelva a brillar.
Y así con tu cantar
florecerán las azucenas,
los lirios, las magnolias.
El olmo se llenará de trinos
y mi corazón dejará en el olvido
lo que sufrió en esta espera.
Daniel Valdman