miércoles, 10 de enero de 2024

Siembra

Se esconden los fantasmas
que jugaban en la neblina
a medida que cada paso
avanza hacia la labranza.
Hacen tintineo en el hombro
las herramientas que cargo
mientras camino por el sendero
que me lleva al destino marcado.
Terminar lo que ayer
tuve que abandonarlo
ya sea por el cansancio
o por lo mucho que te extraño
aunque sabía que me estabas esperando.
Es que no hay mejor paisaje
que encontrarme con tus brazos
saborear la dulce fruta de tus labios
y sentir el calor de tu abrazo
que me devuelve las fuerzas
que he perdido en los campos.
Y voy cargando la tarea
imaginándome tenerte a mi lado
dándole motivo a mi existencia
cosechando amor de cada siembra
y así a la tierra abonando.
Porque no hay mejor abono
que las caricias de tus manos
dándole vida a las plantas,
haciendo brillar los azahares
que serán el fruto
de nuestras esperanzas.
Cómo negarme a la labranza
si yo soy el esclavo
de todas tus bondades.
El amor lo puede todo
y justamente es eso
lo que realmente sembramos.
Daniel Valdman.