viernes, 29 de abril de 2022

Esperanza


Creyeron que era fácil,
que les abriríamos las puertas
y les diríamos
llévense lo que quieran.
No tomaron en cuenta
que defenderíamos la tierra
hasta las últimas consecuencias.
Y allí están,
amenazando al mundo
con su poder y su locura
si es que llega a involucrarse.
Les devolvemos a los prisioneros
porque no podemos alimentarlos,
ni siquiera hay para nosotros
y al frente, nada está llegando.
Pero seguimos combatiendo
con el fusil en la mano
y el amor en el alma.
Y pienso en ti,
en las caricias que me cobijan,
en los besos que me alimentan
y en nuestra cabaña que nos espera
para que nos sigamos amando
muy lejos de esta guerra
que solo quiere acabarnos.
Ay mi cielo,
cuánto daría por volver a tus brazos
y llevarte como regalo
un ramillete de hortensias
mientras me como tu sonrisa
y me sumerjo en tus ojos.
Sueño, si sueño contigo,
con nuestro amor, con nuestro idilio
porque es lo único que me carga
mi fusil con esperanzas.
Daniel Valdman.