Sonrisa

Me enamora tu sonrisa
cuando te cojo desprevenida
dándote vuelta las palabra
y nos quedamos jugando con las letras
justamente, para no decirnos nada.

Y te causan gracia las ocurrencias

en el mundo fantástico al que nos metemos

con el idioma que solo nosotros entendemos

y está lleno de caricias en cada palabra.

Entonces aparece tu sonrisa

que toma a mi alma desprevenida

y con esa arma poderosa

logras dejarme en silencio

queriéndote dar un beso

como señal de tu victoria.

Y te acurrucas en mi pecho

mostrándome que en el amor

los dos hemos ganado

porque tu me amas,

porque yo, te amo.

Daniel Valdman

Sendero

Es tarde,

no nos queda mucho tiempo

porque lo hemos gastado

en juventudes alocadas

y en futuros inciertos.

Nos comimos el mañana

hasta llegar a hoy

con las cabezas canas

y muchos sueños pendientes

en el camino de la esperanza.

Si, es tarde.

No nos queda mucho tiempo

y lo mejor que he logrado

fue el haberte encontrado

para que sigamos juntos

el mismo sendero

aunque ya no tengamos

la vitalidad de antaño

y que con solo darnos la mano

ponemos  todo el sentimiento.

Es tarde, pero aún,

tenemos mucho para darnos.

Ahora es el momento,

sin carreras ni apremios.

Con un amor profundo

robado de los cielos,

de los mares, del firmamento

y sobre todo de la Luna

que es el rincón de los enamorados.

Y por eso te pido,

aunque no nos quede mucho tiempo

que transites conmigo

este tramo de vida 

que nos queda.

Daniel Valdman

Camino

Vamos al lecho, ya es hora

porque un profundo beso

nos dice que es el momento

de entregarnos todo para enamorarnos.

La ansiedad me pide

enredarme entre tus brazos

y recorrerte con mis manos

sin límites ni tiempos.

Es este el instante preciso 

cuando las miradas llaman al deseo

y las palabras se pierden en el silencio

mientras solo el amor lo dice todo.

Quiero gozar tus suspiros, 

robarte gemidos

y que me aprietes contra tu pecho

haciendo que los corazones

latan al mismo ritmo.

Deseo llenarme de ti

entregándote todo lo que tengo

porque el sentimiento lo exige.

Pues en esta danza de los cuerpos,

entre caricias y besos,

solo se abre el camino

para llegar a las almas.

Daniel Valdman

Noche

Si, aún es muy temprano,
pero el amor no tiene horario
y vigilo tu sueño sosegado
tratando de no hacer el menor ruido.

No cantan las aves todavía,

falta mucho para escuchar sus trinos

y yo aquí, contándote la vida

mientras tu bien dormida

quizás, metiéndome en tus sueños.

Como ves, ocupas todo mi tiempo

porque en este, mi desvelo,

te tengo de compañía

ayudándome a escribir unos versos

diciéndote que te amo, que te quiero

aunque estés oculta entre las cobijas.

Muy bien se que no me escuchas,

pero posiblemente, sientas mi alma.

Daniel Valdman

Ramo

Sueño con llevarte
un ramo de rosas,
sin ser para que lo cojas
sino, para que lo abraces.

Que lo aprietes fuerte

contra tu pecho

y te invada el sentimiento

con que te lo estoy dando.

Quizás algunas flores

ya se estén marchitando,

es que tantas veces lo he soñado

que algunos pétalos

se fueron quedando

con el transcurrir del tiempo.

No se detiene el calendario

y el sentimiento va cambiando

como el ramo de mi sueño,

también va madurando.

El plateado de mis cabellos

fue dejando capullos en el camino

que hoy son flores abiertas

bregando contra el destino

para que mi sueño se cumpla

y puedas apretar mi ramo

contra tu pecho

y recibas el amor

con que te amo.

Daniel Valdman

Desvelo

La noche hace estragos en mi sueño
y me mantiene despierto
aunque así no lo quisiera.

No hay voluntad en la conciencia

que lucha y desespera

para estar en brazos de Morfeo.

No soy dueño de este cuerpo

que abandona el lecho

para no despertarte

y refugiarme en un rincón

para contarte

lo mucho que te quiero.

Porque tu eres mi sueño

con tu sonrisa, con tus gestos.

Con tu hablar para adentro

que a veces no entiendo

y me causa gracia

que hables con tus pensamientos.

Y en esta noche de insomnio

mientras tu estás dormida,

te acomodo las cobijas,

como si fuera una caricia

porque eres lo que más quiero.

Daniel Valdman

Siembro

Siembro amor en cada caricia,
que la entregue con mis manos
o que te la diga.
O con mirarte en silencio
haciendo mía
la profundidad de tus ojos.

Es que tu me inspiras

a así sentirlo

porque cuando te miro

es un brillo el que veo

que me llena de sentimientos

que antes no había conocido.

Y te amo como ahora

con la palabra escrita

que pretende ser caricia

llegándote al alma.

Y si te abrazo y te beso

no te asustes mi vida

pues es tanto lo que tengo

y tan tonto soy para darte

que aprovecho que estás dormida

para decírtelo en estos versos.

Daniel Valdman

Pasión

Se hace carne el sentimiento
con un profundo beso
y un abrazo fuerte.
Y sin mirarte te recorro
mientras los labios no se apartan

tratando de entregar todo

lo que bulle en la sangre

y en las almas.

Los espíritus danzan

en la pasión infinita

y la entrega es total,

como si fuera el último día

como si el mañana no existiera,

como si este fuera el momento

de crear una nueva vida.

Y te amo y me amas

metiéndote en mi piel,

adueñándote de mi alma

haciéndome olvidar de mi mismo

para ser parte de ti.

Daniel Valdman

Náufrago

Quiero naufragar
en el mar de tu cuerpo.

Saciarme con la miel

que emana de tus pechos

y apoderarme de tus caricias.

Crearte gemidos,

llevarte hasta la agonía

y que con un suspiro

me digas que estás agradecida.

Que me ahogues entre tus brazos

mientras te lleno de besos

y que en la pasión nos perdamos

sin angustias ni tiempos

haciendo vibrar cada poro

mientras la ansiedad y el hambre

no terminan de satisfacerse.

Quiero naufragar

en el mar de tu cuerpo

hasta encontrarme con tu alma

para que me diga que me ama

como yo te estoy amando.

Daniel Valdman

Mareas

Marca su luz
el faro en las aguas.

Los acantilados amenazan

la seguridad de mi barca

y entorno la vela

a la dirección de la marea

para llegar a la costa

donde se que tu me aguardas.

Estoy llevando mucha carga

para entregártela en el encuentro.

Cofres de sentimiento,

bolsones de cariño.

Montones de paquetes

sellados con besos

y tambores llenados de caricias.

Y en la mano,

un ramillete de flores

para que adornen tu cabeza

y que te sientas la reina

de todos mis amores.

Sigo bregando en la marea

porque mis ansias más te acercan

mientras rompe las olas mi alma

que por besarte desespera.

El amor todo lo puede

y ya te veo en la rivera.

Y siento cuanto valió la pena

cruzar la vida para encontrarte.

Daniel Valdman

Arenas

Camina mi alma sobre la arena
y en cada paso, dejando su huella.
Tan solo es un instante
pues viene el mar y las borra
como si no hubiera pasado.
En las arenas del tiempo
alguna huella habré dejado
que quizás alguien esté recordando
o que también, esté en el olvido.

Juega en mi mente la memoria

trayéndome sucesos

creyéndolos olvidados

que fueron solo instantes

de un antiguo pasado.

Quizás los años que llevo encima

me muestren lo que he vivido

aunque cada nuevo día

me haga escribir otra historia.

Y así, en las arenas del tiempo

sigo dejando mis huellas

aunque insistan en borrarlas

las aguas de las horas,

he de disfrutar la vida

hasta el último momento

porque aún estoy vivo

y te sigo amando.

Daniel Valdman

Duende

El duende del bosque
se plantó en el jardín y en la huerta.
Mueve las hojas a su antojo
aunque aún no estén despiertas
y pone colores nuevos
a los capullos nacientes.
Parece descubrir que lo espío
en el silencio escondido
de esta hora tempranera
mientras todo el mundo duerme
y el señor duende
parece querer hablar conmigo.
Dice recorrer las praderas
salpicando los campos
con luz de luna llena
y estrellitas de amor
en cada sueño.
Y por ello estoy despierto
para decirle que te bendiga
con el amor que te tengo
poniendo sus estrellitas
en tus sueños
y un montón de rayos de luna
en las caricias que te entrego
mientras estés dormida
y yo amándote despierto.
Daniel Valdman

Destino

Danza la balsa
al compás de las olas
diciéndome que ya es hora
de irnos mar adentro.
La inmensidad me desafía
a conquistar el firmamento
y mientras suelto las amarras
pienso en tí, que esperas mi regreso.

Salgo en busca de tesoros

para ponerlos en tu lecho

y que a tu despertar me regales

lo que no paga el oro.

Tu sonrisa, tus caricias,

un salto de alegría

y un abrazo intenso

sintiendo que he vuelto

sin tener que haberme ido.

Danza la balsa

al compás de las olas

diciéndome que ya es hora

de llegar a ti, que eres mi destino.

Daniel Valdman

Centellas

Noche de tormenta y desvelo.
El espectáculo de los cielos
es hermosamente extraordinario.
No me dejan los rayos
de que pierda sus movimientos
mientras me hago parte de ellos
metiéndome en sus luces y destellos.

Y soy alma, espíritu, energía

montándome en la brisa

y sumergiéndome en sus aguas.

Soy rayo, soy trueno, soy ventisca.

Soy quien le da vida

a todos los sentimientos.

Por eso, te abrazo y aprieto

aunque aún estés dormida,

para que sientas que en las tormentas

que nos deparan cada día,

cargado con la energía

que le robo a los cielos,

te amo y te quiero

aunque ya esté en el invierno

al que he llegado en la vida.

Daniel Valdman 

Caricia

Nacen soles de esperanza
en cada caricia trémula y callada
que en tus manos pone tu alma.
Me hace soñar con un mejor mañana,
que nada es imposible
y que cualquier fantasía, aunque lejana,
también es realizable.
Porque al sentir tu caricia en mi cara
se me abre el universo
para que tu y yo seamos pasajeros
recorriendo cada estrella.
Intrépidos pioneros
llevando el amor a los cielos
con tan solo una mirada
y unos corazones llenos
del más puro sentimiento.
Si, es cierto,
tu caricia me hace sentir todo esto
simplemente, porque te amo.
Daniel Valdman

Escarcha

Baja la bruma de la montaña
haciendo figuras
como si fueran fantasmas.

La ilusión todo lo puede

haciendo dibujos mi mente

con la neblina que avanza

mientas la ciudad 

entre sueños descansa 

y se apodera de los campos la escarcha.

Y pienso en tu calor,

en la suavidad de las cobijas

que te abrazan

y siento tu respiración,

lenta, pausada

creándome la ansiedad

de volver al lecho,

de amarte entre sueños,

de abrazarte, de besarte

en vez de estar viendo

como avanza la escarcha.

Pero así es la vida

y debo comenzar la jornada.

Daniel Valdman

Remembranzas

Haladas por los recuerdos
vuelven historias
que creía perdidas.

Sucesos, paisajes, personas

deambulando por el laberinto

de la memoria

trayendo de regreso

lo que estaba en el olvido

con distintos sabores,

con encontradas sensaciones

que a veces traen calma 

y otras,  remordimiento.

Quizás llegó mi tiempo

de juzgar lo que he vivido.

Y aunque me haya equivocado,

aunque haya sufrido,

no me arrepiento de nada

porque es mucho lo que he ganado

teniendo tu cariño.

Y por ello, todo lo vivido

fue para llegar a hoy

y decirte que te amo.

Daniel Valdman

Caída

En el fragor de la vida
tuve muchas caídas
y cada una de ellas
me dejó la experiencia
al volver a levantarme.

Fueron duras las heridas

y quedaron cicatrices,

sucesos que no se olvidan

quedándose para siempre.

Cada enseñanza tiene su firma

que me hacen sentir la vida

y estar dispuesto para ir

siempre adelante.

Y por eso vuelvo a escribirte

aunque el dolor no se aparta

porque más te siente mi alma

al querer consentirte.

Porque con amarte

se cierran mis cicatrices

y renacen las fuerzas

para ver el mañana.

Daniel Valdman

Queridos lectores

En una curva de la vida
me tropecé con una zancadilla
que el golpe recibido,
no me dejará escribir por varios días.
Aquí les dejo a su cuidado,
más de dos mil quinientos trazos,
pinceladas de sentimientos,
para que los puedan recorrer
aunque quizás los hayan leído
y hoy los tengan en su recuerdo.
Me despido por unos días
y les mando a cada uno
un fuerte abrazo y un sentido beso.
Daniel Valdman

Comprensión

Húmedo el aire
empaña los cristales
ocultando el paisaje
que debe estar a nuestros ojos.

Es dueña la neblina

de todo el inmenso espacio

y se debe agudizar la vista

para ver del otro lado

o se está imaginando

lo que ya se conoce.

A veces, así es la vida

donde furtivos nubarrones

empañan los sentimientos

y se debe tomar el momento

agudizando el entendimiento

para quien está a nuestro lado.

Una caricia, quizás un beso

o el simple silencio

pueden cambiar el otoño

y convertirlo en primavera.

Te amo y si a veces me callo

es porque te estoy comprendiendo,

como si te estuviera acariciando

tratando de ver más allá

de lo que me estuvieras diciendo.

Y si de mi, no salen las palabras,

no es que no te escuche,

es que te abrazo con el alma.

Daniel Valdman

Nostalgias

Llueve acompañando la nostalgia
de sueños que se fueron quedando
en el transcurrir de la historia.

Ansiedades, anhelos, fantasías

que el poder de las necesidades

las venció en el camino.

No se puede volver.

Atrapadas por el tiempo

lejanas están las juventudes.

La experiencia ganada

con las cienes canas

se gastó las energías

que empujaban hacia la aventura.

Ahora, son otros los anhelos,

más tranquilos, más serenos

porque el tiempo ha consumido

gran parte de nuestro cuerpo

y las responsabilidades imponen

seriedad y respeto.

Aún existe la alegría

y al tenerte entre mis brazos

siento que los sueños he cumplido

porque una sonrisa tuya

me renueva el espíritu

haciéndome sentir joven,

con fuerzas todavía

de poder amarte.

Quizás no como antes

con pasiones juveniles

sino como ahora,

con la caricia tierna,

con el beso inesperado

y con un abrazo intenso

compartiendo las almas.

Daniel Valdman

Rosa

Te llevo una rosa
con el desayuno.
El rosal me ha permitido
entregarte este regalo
porque sabe que fue sembrado
con mucho amor y cariño.

Él sabe bien que te amo

y comparte conmigo

la alegría que te causo.

Te la entrego sin espinas

para que no te hagan daño

y así disfrutar de tu sonrisa

aunque sea muy temprano.

Es púrpura como la sangre

que late en mi pecho

llevando los sentimientos

que tengo para tí guardados.

Te llevo una rosa 

con el desayuno

mientras pongo mi alma 

en tus manos.

Daniel Valdman

Amanecido

Siendo aún de madrugada
abandono el lecho
para escribirte lo que siento
ya que decírtelo no puedo
sin quitarte de tus sueños.

Tengo en la piel

el calor de tus manos

que me abrigan y cobijan

en el crudo invierno

calmando mi espíritu inquieto

que nunca pude dominar

al pasar los años.

Tengo tu sabor en mis labios

endulzando cada instante 

de cada día

por más dura que sea la jornada,

por más crueles que sean mis tormentos.

Tengo tu sonrisa

muy metida en mi alma

que me guia y acompaña

en los duros caminos

que me impone el destino

sin conocer sus causas.

Y así te llevo conmigo,

sin importar a donde vaya,

porque eres parte de mi vida

y eres el total de mis sueños.

Quizás sean pobres argumentos

pero te amo

y el amor, no tiene motivos.

Daniel Valdman

Lentamente

No te afanes.

Deja que te acaricie lentamente.

Permite que la piel

vaya sintiendo mis manos

mientras cada uno de tus poros

se esté excitando con mis besos.

Despacio, tenemos tiempo.

Disfrutemos el momento

en que ya estamos desnudos

de almas y de cuerpos.

Entreguemos el sentimiento

que bulle en nuestra sangre

sometiendo a la ansiedad,

haciéndola vibrar

muy suave, lentamente

dejando que el desespero se calme.

Permite que así te ame

buscando en ti sensaciones

destruyendo los temores

y descubriendo un mundo nuevo.

Despacio, lentamente

haciendo de este instante

un amor eterno.

Daniel Valdman

Cariño

Hoy también es festivo
como un año sabático
donde los días fueron iguales
parecidos a domingos.

No hay afanes,

se extienden los horarios

y la rutina ha cambiado

gracias al miedo del contagio.

Somos otros.

Mucho hemos cambiado.

Ahora solo vemos los ojos

de quienes pasan a nuestro lado

por una mascarilla

a la que estamos obligados.

Ya no hay besos en las mejillas

ni se puede dar la mano

y cambiamos los hábitos

a los que estábamos acostumbrados.

Somos otros, no somos los mismos

y la rutina que tuvimos

parece ser de antaño.

Pero el encierro y las distancias nos enseñaron

a valorar más a quienes están a nuestro lado

y quizás también, a sincerarnos 

con nosotros mismos.

Y te amo, no por todos estos motivos

sino por todo el cariño

que aprendimos a darnos.

Daniel Valdman

Rodando

El viento golpea el rostro
borrando de mi mente
ajenos pensamientos.

El fragor del pedaleo

me introduce en el paisaje

que en el camino recorro

y a medida que avanzo

más lo siento mío,

como que soy parte de ello,

como si lo estuviera pintando

campo a campo, metro a metro.

Y en este andar sin destino,

sin tiempo definido,

siento vibrar la vida

aunque me cuesta el cansancio.

Y en el tiempo determinado,

cuando las fuerzas se vayan acabando,

retornaré por otro lado

para no repetir lo ya andado

y me entregaré a tus brazos,

con la mente limpia,

con el corazón muy fuerte palpitando

y en ese abrazo

llegaré al paraíso.

Daniel Valdman