Bailando un bolero
de Agustín Lara,
la baldosa es mucho espacio
por lo unido de nuestro abrazo
mientras ambos nos embriagamos
con el perfume de los sentimientos.
Te sujetas a mi cuello,
por tu cintura paso mis brazos
y con los ojos cerrados
sentimos que volamos
por un dulce universo.
Y al finalizar la melodía
no nos separamos
porque la música del amor
invade nuestros sentidos
y seguimos bailando,
en el mismo ritmo apretados,
soñando los mismos sueños,
perdiéndonos en el mismo universo,
siendo los dos la misma estrella.
Daniel Valdman