despertar las esperanzas
que, quizás olvidadas,
se pierden de la memoria.
Quiere el renacer del nuevo día
traer otras fuerzas, otras alegrías
que nos inciten a seguir
este camino de la vida.
Y te encuentro a ti acostada
todavía con la modorra
de la noche pasada
y mirándote me doy cuenta
que erres mi razón y mi estima.
Que eres el motivo
que impulsa nuevos sueños,
de inventar otros paisajes,
de escribirte otras poesías
y de descubrir la caricia
que te llene el alma
y que me de vida.