domingo, 28 de julio de 2024

Lluvia

Tras largas sequías
con el Sol haciendo estragos
cayó el agua bendita
que tanto se ha anhelado.
No fue con tifón,
ni con furia ni tormenta.
Fue una lluvia suave
suficiente para la siembra
que hace poco se ha cultivado
pero puso fresca a la tierra.
Cambiaron las energías,
los capullos se han despertado
y las aves con sus trinos
buscan los charcos para bañarse.
Baila la alegría con el suceso acontecido
y rebozan las esperanzas con cantos y ruidos
alentando un mañana lleno de grandeza.
Así es la vida del campo,
de pequeñas cosas se hace algarabía
mientras no falte la comida
que para ella se está sembrando.
Y mientras cruzamos las manos sobre la mesa,
mirándonos con simpatía,
sueño con verla llena y florecida
para disfrutar nuestros manjares,
los míos estarán en tu sonrisa
y los tuyos en las caricias
que te daré mientras bailamos.
Daniel Valdman.