por el cielo despejado
llevando en si
miles de deseos
de quienes la hayan visto.
Y pienso en ti,
en las fantasías
que le hayas encomendado,
en los sueños
que le hayas puesto.
Y me alegro
al imaginar tu rostro
de niña sobresaltado
viviendo la emoción
al ver lo que sucede en el cielo.
Y te amo, así niña,
corriendo y saltando
como queriendo alcanzar la estrella
que se lleva tus esperanzas.
Y te quiero mujer
porque se que volarás a mis brazos.