domingo, 2 de agosto de 2020

Alba

Amanece, aún es noche
y el roce con tu piel
altera mis sentidos.
Imposible resistirme
a la suavidad y calor
que de ella emana.
Y te acaricio lentamente
como para que me sientas
sin despertarte
mientras penetro en tu sueño
con el alma y con el cuerpo.
Un tímido gemido se te escapa
y mis labios aspiran tu aliento.
Estiras los brazos
y me amarras
no como una caricia
sino, para que no me vaya.
Y cómo irme de tu lado
si eres lo que más amo
en esta insipiante mañana
y en todas las albas
de todos los días.
Daniel Valdman