jueves, 14 de septiembre de 2023

Ausencias.

Han de caer ajadas
las flores ya marchitas.
Su tiempo ha concluido
dando lugar a nuevas vidas.
Otros capullos
cargados de esperanzas
de poder regalar
mucha más belleza
y otra frescura de aroma.
El jardín se entristece
ante cada flor caída
y a la vez celebra
los nuevos nacimientos.
Y así es la vida de todo
porque el tiempo se nos pasa
y vendrán nuevos bríos a reemplazarlos.
Hasta el acero más noble
también se desgasta
lo mismo que las montañas
que con el viento, la lluvia y las nieves
van perdiendo su gran altura
convirtiéndose en arena
que recorrerá los mares.
Tras cada noche viene el día
y es el principio de la existencia.
Por ello cada ausencía
en su momento estará cubierta
por nuevas esperanzas
sin temerle al mañana
porque quienes aún estamos 
y nos toca irnos,
cumplimos el cometido
que se nos tenía asignado
y en el tiempo que tuvimos
ya escribimos nuestra historia.
Daniel Valdman.