domingo, 26 de julio de 2020

Siempre

Te miro frente a mi
y no me canso de tu belleza.
No la que está en tu rostro
sino, la que viene del alma.
Te miro y me complazco
con lo que irradian tus ojos
y es un sentimiento tan profundo
que me invade el espíritu
y no puedo dejar de mirarte.
Cuanto te amo
que en este juego de miradas
están de más las palabras
porque en silencio,
nos estamos diciendo todo.
Y vienen las caricias
porque el amor lo requiere
y desaparecen las miradas
mientras los cuerpos no se detienen
y dejan correr entre las manos
la ansiedad de poseernos.
Te amo, y estoy en tí
más profundo que la carne.
Daniel Valdman