Por cada lágrima que viertas
un beso mio la estará aguardando
para saber si es dulce de alegrías
o es amargo tu llanto.
La felicidad siempre es compartida
pero si son dolores de penas
trataré de ver que nos enseñan.
No podré quitar la angustia del mundo
pero podré crearte una sonrisa.
Y con ello estaré satisfecho
al saber que volverás a intentarlo.
No seré quien ande tus pasos
pero podré guiarte en el camino.
Y así podremos seguir andando
a la búsqueda del mejor destino
sabiendo que somos dos
con toda la vida por delante
Daniel Valdman
