Alguien que no se preocupa
por nada
y que se angustia por todo.
Que nunca llega tarde
porque dice que ella
hace el momento
aunque no deja
de correr el tiempo
y uno desespera por la hora.
Alguien que no se cansa
de mover las cosas
aunque ya las haya
movido antes
y que pierde las gafas
aunque las tenga puestas.
Es alguien que pinta
las paredes de fantasías
y que pone espejos
donde nadie se mira.
No hay nada que acomode,
entiende su desorden
queriendo que nadie se lo toque
porque si no,
no encuentra lo que busca.
Parlanchina como pocas
y cuando la respuesta le toca,
se escuda en el silencio
como si se entendiese sola.
Si, está muy loca
y es tan divina en su locura
que esa loca
me tiene loca el alma.
Daniel Valdman.
