Las obligaciones no permiten
la libetad de la mente.
El despertar implica
no saber lo que se ha soñado
sintiendo que alguna historia
sucedió mientras se dormia
y ahora está perdida
entre almohadas y cobijas
mientras la realidad
ordena a abandonarla.
Inicio del nuevo día.
Los buses de los colegios
avisan su llegada a tiempo
mientras se afana el estudiantado
cargando su maleta
llena de sabiduría
con la tarea realizada
o quizás sin terminarla
y el temor de ser descubierto.
Avanza el día.
con los sueños que quedaron en la almohada
y las obligaciones llenan el vacío
mientras las fantasías esperan a la noche
para volver a la vida anhelada
en el abandono al descanso.
Daniel Valdman.