domingo, 30 de agosto de 2015

Adicto

No calmó mi ansiedad tu arribo
porque la necesidad de ti
es más grande que tu presencia.
No es tu piel ni tu carne.
Es lo que llevas dentro 
que arrasa de mi
toda la conciencia
queriendo meterme en tu alma
como si fuera la única calma
que mi espíritu acepta.
Los abrazos, los besos,
la pasión inquieta
son los caminos que nos llevan
al sentir entregarnos
para convertirnos en aves, en estrellas
invadiendo universos 
por nosotros creados.
Somos adictos al amor
y de esa adicción,
jamás quiero curarme.
Daniel Valdman