con el brillo de tu sonrisa
y la manera con que me miras
no resiste la caricia
que quiere liberarse de mi mano.
La ansiedad de besarte
no te la imaginas
pues el sentimiento es tan grande
que en el pecho no me cabe
y debe desahogarse
con ese beso y esa caricia
dándote los buenos días
y agradeciéndote
que estés a mi lado.
Sabrán los Cielos
el por qué de amarte tanto
sintiéndome atrapado
al poder de tu encanto
y sin querer liberarme
ansío mucho más amarte
porque eres la fuente de energía
que le da luz a mi vida
y llenas de paz a mi alma.
Seguro estoy
que estos versos no alcanzan
para expresarte lo que siento
en el remolino de mi mente agobiada
porque al amor
no le caben más palabras
que las dichas con un beso,
con una caricia,
o con una mirada.
Daniel Valdman
