jueves, 26 de mayo de 2016

Guardián

Vuelan los versos
en cada caricia
y las palabras de amor
se zambullen en cada beso.
El mundo no existe,
la pasión es un sueño
mientras los espíritus juegan
en un romance eterno.
Y las miradas, alegres y contagiadas
le ríen a la vida
de manera descontrolada.
No importa si hay motivo,
tampoco si no hay excusa.
La felicidad no pide permiso
y se apodera de las almas.
Es tu mano o es la mía
o son las dos dando la caricia
que en los cuerpos se asimila
entregando el cariño que se tiene.
Y es luz, y es sombra
o un vendaval de colores
que el arco iris atesora
al ángel del amor que nos cuida.
Daniel Valdman