lunes, 30 de mayo de 2016

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Cuando quedamos en silencio
no es que no digamos nada,
es que lo estamos diciendo todo
ya después de las caricias,
ya superados los besos.
Es que flota el sentimiento
mas allá de la palabra
quedando las miradas
con su propio lenguaje.
Se disfruta el momento
sintiendo que en el pecho
bullen sensaciones cálidas.
Y surge la ternura
en caricias sin pasión
porque es el corazón
quién está entregando todo,
con un abrazo, con un silencio
y el alma compartida.
Daniel Valdman