miércoles, 7 de febrero de 2018

Instante

Está tu mirada,
tu comprensión, tu cariño
y a veces,
esa pasión alocada
que te hace decir todo junto
sin esperar respuestas
y preguntándome
por qué no digo nada.
Entonces, te abrazo despacio
acariciándote la espalda
creando en tu ansiedad la calma
para volver a amarnos.
Y eres hermosa
en esa entrega pudorosa,
como pidiendo disculpas
por el atropello de palabras
que juntos, en un silencio,
lo sellamos con un beso
y volvemos a comenzar
a crear la vida.
Daniel Valdman