que compartimos con la esperanza
de alguna vez realizarlos.
Tu pones el cariño y el esmero.
Yo pongo la fuerza de mis brazos,
el ímpetu de mi espíritu
y el amor que te tengo.
Y vamos juntos construyendo
como las aves sus nido,
con cada rama, el cariño,
con cada algodón, un beso.
Y entre miradas sonreímos
en el calor del sentimiento.
Y volamos siendo etéreos
en la inmensidad del universo
sabiendo que en algún momento
detendremos la labor
para fundirnos entre caricias y besos
y realmente, crear la vida.
Daniel Valdman
