para despertar mi descanso
mientras la Luna, allí en lo alto
alumbra los espacios
antes, ocultos en las sombras.
La noche incita sueños, anhelos
que aún no se han realizado
o a jugar con fantasías o recuerdos
imposibles ya de alcanzarlos.
Una caricia perdida,
un beso no dado
o una mano extendida
en el momento apropiado
que durará toda la vida
en agradecimiento.
Noche aún sumergida en el silencio.
Los colores del alba se esconden todavía
mientras navego por nostalgias
de otras madrugadas,
en otros tiempos
cuando desvelados esperábamos
la salida del Sol sobre el río.
O cuando se gastaba café entre amigos
filosofando con ideas
que jamás llegaron a ningún lado.
Si, noche de insomnio,
de recuerdos, de añoranzas.
Y ya que me acordé de aquellos
a los que quizás mi saludo
les haga falta,
he de volver al lecho
para enredarme con tu cuerpo
y que con ese calor y sentimiento
pueda recuperar el sueño
que esta noche me ha quitado.
Daniel Valdman
