en las noches del campo
sin las luces citadinas
que interrumpen el descanso
auyentando los sonidos
de las aves nocturnas.
Soy murciélago de mil madrugadas
buscando a las hadas
que despierten las rimas
para componer la poesía
que conquiste a mi amada.
Porque al amor se riega cada día
con unas palabras, con una caricia
y el corazón abierto
entregando el sentimiento
que hace feliz a la vida.
Y si, la amo
y por qué he de ocultarlo
si produce en su rostro
una dulce sonrisa
y una inmensa alegría
nos invade las almas.
A mi, porque la amo,
a ella porque me ama.
Y esperando juntos la madrugada
para poder abrazarla
tan siquiera con palabras
y ella regalarme un beso.
Quisiera escribirle una poesía
pero tan solo tengo sentimiento.
Daniel Valdman