La vorágine de la vida
me regala este momento
donde la calma me invade
dejando que el mundo
se afane por sus metas.
Hoy me tomo el tiempo
para pensarte y disfrutar
lo que hemos vivido.
Sentir tus caricias,
de las manos reírnos
y así amanece la sonrisa
contigo compartida
en estos instantes del recuerdo.
Hoy dejo que el mundo se alborote
y no me importan las noticias.
Que al fin, siempre son las mismas
a diferencia, que te amo.
Y es eso lo que mas gozo,
sabiéndote a mi lado
sin importar lo que suceda.
Porque aunque el universo no lo quiera
no hay mas fuerza
que la de una caricia.
Un hombro donde apoyarse,
una mano tendida.
Y teniéndote a ti, amada mía,
cuánto me importa el mundo
si juntos, creamos maravillas.