aunque estés a mi lado.
Con solo extender la mano
toco tu cuerpo en el lecho
y doy gracias a los cielos
de que no eres un sueño.
Y te amo, sin despertarte,
sin caricias y sin besos,
pues estoy tan feliz y contento
que el amor brota del alma
muy callado, en silencio
para abrigarte más en mi pecho
de donde nunca has salido.