de algún invierno,
mientras la gota de rocío
entristece el alma,
busco tu caricia,
quizás callada,
entre los sueños
que vivo despierto.
Busco tus cabellos
enredados en mis manos
y tu boca
en dulce esperanzada
que tal vez mis labios
angustiados por ello,
besaron quizás,
como esta,
una mañana.
Daniel Valdman.