el devenir de la batalla
pero tu estás para ser amada
mientras te pienso en el combate
sacándome de este infierno.
No te preocupes si tengo agua,
si estoy bien alimentado
o si tengo abrigo para el invierno.
Solo piensa en mi
y unamos los sueños
porque al tenerte en mi pensamiento
ya estoy satisfecho
y bien abrigado.
La crueldad de la guerra
no impide que te ame,
desear tu abrazo fuerte,
tu cabello perfumado
y la caricia suave
que hace temblar mi cuerpo.
Y en el fragor del combate,
mientras el mundo se derrumba
pienso en tu alma pura
que me da fuerzas
para que esto se acabe
y volver a tus brazos como antes,
como cuando todavía
se creía en el amor.
Daniel Valdman