lunes, 20 de julio de 2015

Un café

Sentado en el café
vagaba por pensamientos
que a través de la ventana
se hacían sentimientos.
Nostalgias de hermosos momentos
iluminados por tu rostro
tras el cristal, tras la ciudad,
tras el universo.
Lejos me sentí del lugar donde estaba
porque me quedé reviviendo cada caricia,
cada mirada.
Y tuve la necesidad desesperada
de volverte a abrazar
para poder pegar
tu alma a la mía.
Y volvió la realidad para descubrirme
todavía meditabundo y acongojado,
sin que se fuera la sensación de las manos
del cuerpo que entre ellas estuvo en estos sueños.
Simplemente un café,
y tu en mi vida eternamente.
Daniel Valdman