miércoles, 25 de agosto de 2021

Mujer

Amanecí muy tarde.
No quería desprenderme de tu lado
sintiendo tu calor,
tu latir pausado
y seguir embriagado
de tu perfume.
Aroma de mujer, 
de la mujer que amo.
No, no era el frío
ni el cansancio.
Era seguir disfrutando
de lo que parecía un sueño
teniéndolo a la mano
para entregarle todo mi sentimiento.
Así, aún somnoliento
en el más profundo silencio
y con el alma gritando que te amo.
Y al abandonar el lecho,
dejé una caricia en tu rostro
para que se meta en tus sueños
y dándote en la mejilla un beso
cogí un pedacito de tu alma
y lo llevé conmigo.
Daniel Valdman