viernes, 7 de enero de 2022

Comienzo

Tiemblan mis manos
queriendo darte una caricia
viendo que estás dormida
teniendo miedo de despertarte.
No se cómo serán tus sueños
pero de ellos no quiero apartarte
pues mi temor es que al acariciarte
te prive de disfrutar la fantasía.
Entonces te dejo dormida
acomodándote las cobijas
ya que es hora de mi partida
rumbo a la faena cotidiana.
Te daré un suave beso en la mejilla,
cerraré muy despacio la puerta
elevando una plegaria a los cielos
agradeciendo en mi vida tu presencia
y me iré pensando
dónde conseguir un ramito de violetas
para traértelo a mi regreso.
Recién estoy saliendo
llevándote en mi pensamiento
antes que la rutina
me nuble un poco el sentimiento.
Y te dejo así, dormida
deseando estar en tus sueños
como tu estarás en los míos
todo el día que recién comienza.
Daniel Valdman