miércoles, 22 de abril de 2020

Historia

El tiempo nos corre a todos
y va dejando sus huellas
en el devenir de la vida.
Ya no somos los de entonces
cuando el amor era un derroche
de aventuras y conquistas.
De ponerle pasión a todo
con tal de cambiar el mundo.
Que eramos fuertes e inmaduros
para llevarnos las paredes por delante.
Y fuimos aprendiendo
que la vida no se hace de golpe
pero si golpe a golpe.
Que las energías que
como torrentes gastamos
hoy las necesitamos
porque el tiempo,
nos pasa a todos.
Y así con mis historias
de revoluciones perdidas,
de batallas ganadas
que me costaron heridas,
estoy frente a ti,
con la cabeza cana
pero con sueños todavía
para compartirlos contigo
porque me enseñaste
realmente lo que es amar.
Y te amo,
sin mucho para darte,
solo, un montón de fantasías,
muchos ramilletes de caricias
y un sentimiento profundo
por lo que me queda de vida.
Daniel Valdman