sábado, 23 de abril de 2016

La casita blanca

He de contarte 
de la casita blanca,
de sus surcos y jardines,
de su chimenea y hogar.
Te hablaré de su piso de madera,
de las ollas colgadas en la viga,
de la ventana en la alcoba
y de la mesa para cocinar.
Te hablaré de cada flor que la ilumina,
del calor y el esmero
con que fue construida,
porque realmente, 
es lo único que te puedo brindar.
Podré hablarte de las praderas,
de los campos que la rodean,
de los soles que la hacen brillar
y también de las lluvias y tormentas
que ha soportado 
para podértela entregar.
Solo tengo esa casita blanca,
no tengo nada mas,
y para llegar a ella
deberás entrar por mi alma
porque es allí donde está.
Daniel Valdman