sábado, 15 de julio de 2023

Tormentos

Amanece el cielo claro
sin presagios de tormenta.
Llovió toda la noche
haciendo caer las hojas
que ya con poca fuerza
no pudieron resistirlo.
Aprovecharon el agua las rosas
para acelerar su crecimiento
y todas como un destello
abrieron sus pétalos
emergiendo así su belleza.
Muy sabia es la Naturaleza
que sin poder comprenderla
nos regala sus maravillas
sin siquiera pedirlas
devolviéndonos en alegría
lo que se dañó con la tormenta.
Y hay veces que pasa eso
que ciegos por los rayos y los truenos 
no vemos los cielos abiertos
que se encuentran sobre las nubes.
Quizás una palabra, un abrazo, un beso
nos saca de los abismos
en donde hemos caído
y nos muestra horizontes más limpios
que nuestras angustias
los tienen escondidos
porque necesitamos de las tormentas
para descubrir que la vida es bella
más allá de nuestros dolores.
Y es así que las hojas caídas
jamás serán revividas
y ya son parte de la historia.
Daniel Valdman.