nos sentamos en las piedras
dejando correr el agua
juntamente con los sueños.
Tu mano sobre la mía
me decía un te quiero
quedándonos muy quietos
compartiendo el sentimiento.
Creamos un océano
disfrutando del silencio
solo roto por las aguas
que nos regalaban su concierto
mientras la paz nos acompañaba.
Y sin soportar tanta belleza
el beso rompió la calma
y el amor hizo el sendero
con las pieles mojadas
haciendo realidad los sueños
que navegaban en el agua
y fuimos gotas de rocío
purificando las almas.
Daniel Valdman.